domingo, 10 de mayo de 2020

SALUD Y EMPLEO: DERECHOS HUMANOS

Ahora más que nunca se pone de manifiesto que la sociedad la componemos personas con derechos: a la salud, a la educación, a la vivienda, al empleo,… 

Si para conseguir el derecho a la salud, estamos imaginando, cambiando y reinventando nuestro modo de convivencia, igual debe suceder con el resto de los derechos. 

Hoy, cuando apenas vislumbramos la salida de la crisis sanitaria, ya vemos los enormes costes sociales que está provocando, entre otros, unas tasas de desempleo desbocadas. 

Estamos comprobando también que, para la sostenibilidad de la vida, todos los trabajos son importantes: productivos (empleos), domésticos y de cuidados, que debemos compartir igualitariamente entre mujeres y hombres. 

La “nueva” sociedad que sale de esta crisis sanitaria, que ha afectado a todas las personas, no la podemos reiniciar con la “mitad” de sus miembros en paro. El reparto igualitario de todos los trabajos que sostienen la vida es lo más justo, el reparto del empleo también. 

Si el empleo puede ser la fuente de ingresos individuales necesarios para vivir dignamente, ninguna persona que lo necesite debería estar privada de él. Para conseguirlo hoy, una de las medidas es repartir el empleo existente.